El aluminio desempeña un papel decisivo en el diseño de construcciones sostenibles integradas en el concepto medioambiental: 

• Conductor térmico y aislante acústico: Proporciona un elevado confort térmico y acústico, con rotura de puente térmico cuando se combina con otros materiales. 
• Favorece el uso consciente y racional de la energía: Tanto para la calefacción como para la refrigeración de los edificios. 
• Elemento duradero: En promedio, la vida útil de estos productos es superior a 40 años. 
• Producto de economía circular: Con una baja huella de carbono, ayuda a reducir las emisiones globales y a crear productos que contribuyen a una economía más circular. 
• Efecto práctico sobre el medio ambiente: Los productos fabricados con aluminio tienen una larga vida útil gracias a su resistencia a la corrosión. Como el aluminio es 100% reciclable, cada vez que lo utilizamos estamos contribuyendo a reducir la cantidad de residuos que se producen en el planeta. 

Siempre que elegimos el aluminio, estamos contribuyendo a una vida más segura y confortable. 

Por lo tanto, el aluminio ayuda a 

• Hacer que los edificios sean más eficientes energéticamente; 
• Reducir la emisión de gases de efecto invernadero CO2; 
• Reducir el consumo de electricidad por cada tonelada de aluminio reciclada; 
• Construir edificios más ecológicos y seguros; 
• Implantar soluciones duraderas y de bajo mantenimiento. 
   

El aluminio es, de hecho, el metal de la sostenibilidad.